Con esta frase podría albergar, como uno entre tantos se siente en estos momentos.
Me presentaré: Soy aquel que una vez comenzó sus andanzas universitarias con ansias de soñar y miedo a perderme entre tanta pesadilla; el que vivió el inicio de un comienzo; ese que es absoluto y no el que ya trae consigo tantos finales. Manu Sancero es mi nombre, detalle sin importancia sino tenemos en cuenta el periplo de experiencias que se mueven tras él.
He de advertirles a aquellos que me lean a partir de este momento, que ésto es tan solo la sombra de otro blog ya demasiado conocido entre conocidos; una vía de escape para los desconocidos que deseen saber de un universitario cualquiera al margen de una vida, quizás, demasiado popular.
Dicho ésto y cómo os comentaba, tras 4 años en la carrera he descubierto lo que de verdad comienza a ser una vida vivida. (Aunque tras esta frase muchos seres que se consideren ya vividos, rían y se pregunten cómo pueden salir estas palabras de alguien tan jovencito; supongo que con el tiempo sabrán por qué lo digo).
Cuando tenía 18 años, todo ésto y aquello era tan sólo un baturrillo de inconexiones enlatadas en un mundo desconocido aún para una mente puramente juvenil. Sin embargo, pasan los años, que no muchos, y las experiencias se van acumulando y encadenando como grilletes que vamos arrastrando al filo de nuestros pies de forma cada vez más pesada.
Es por eso por lo que ahora me pregunto... ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo volveré a sentirme completamente liberado de la presión de mis recuerdos? ¿Quizás ya en otro mundo? ¿ Tal vez nunca más?
Pero así es la vida, ¿No es verdad? Un completo círculo vicioso promovido en una dimensión en la que prevalece el espacio y el tiempo; siempre con nuevos finales y más comienzos; con la mayor o menor intención de seguir una especie de luz que, a pesar de repetirse en diversas ocasiones, algún día se apagará para siempre.
Soy joven, es verdad, y cierto también es que aún tengo muchos sueños en la ronda de mi imaginación, porque quien ya no los tenga, quizá ha vivido demasiado. En cualquier caso, sí, tengo muchas ganas de ilusionarme a día de hoy; aún no sabiendo si tanto como antes, creo que aún podré avanzar con vosotros, mis completos desconocidos.
Por otra parte, seguiré estudiando, que como bien dicen, el saber no ocupa lugar; y menos en el mundo del periodismo, que es lo que más me llama a mí y a todos aquellos levemente interesados por la etapa que nos ha tocado vivir: La llaman la Era de la Información.
Bueno, y ya que he empezado a darme a conocer, creo que dejo ésto por hoy, aunque espero y deseo que los que me lean, lo hagan desde la inocencia de un punto de vista ilusionado y jovial, y que me aconsejen, como buenos desconocidos, a ver la vida desde otros tantos lugares.
Un universitario cualquiera.
Haz tu el primer comentario
Publicar un comentario