28 de agosto de 2008

Hoy es un día diferente

 
MIS INICIOS BLOGEROS Y COMO ESCRITOR, DE PASO.


Cada uno de los días vividos en estos 4 últimos años, en concreto desde que empecé a estudiar una carrera universitaria, han sido bien diferenciados. Sin embargo el día de hoy, lo está siendo mucho más.

Recuerdo mi primer día universitario. Si me permitís que os tutee, os contaré un pequeño secretillo. Lo cierto es que siempre quise entrar de golpe y porrazo en la Universidad Pública, pero la verdad es que la nota de corte no me llegó de primeras al mínimo que pedían para periodismo, por tan solo medio punto de diferencia. Así que, en consecuencia, acabé de rebote en una privada que parecía ser la prolongación de un estricto colegio que, a priori, me aterraba.

No obstante, es increíble lo que sucede con lo que llamamos prejuicios; lo inimaginable se hizo realidad, y ya el primer día, hablé con una desconocida que, el caso y si no recuerdo mal, su cara me resultaba demasiado familiar. Al poco nos dieron el toque de queda para presentar el curso, y tuve la suerte de sentarme al lado de una chica tan simpática que a día de hoy sigo teniendo el placer de tratar (Sé que suena a novela bucólica, pero fue justo así).

El caso es que esta segunda muchacha señaló a la primera con sorpresa, afirmando que se trataba de una conocida actriz que ahora, visto lo visto, pretendía convertirse en estudiante como nosotros. Yo, con una tranquillidad pasmosa, le dije a la sorprendida simpática que acababa de hablar con la famosa, y me hizo presentársela como si tal cosa. (Los populares siempre se preguntan porque nos dirigimos a ellos sin conocerles de nada, y los que no lo somos, les respondemos presentándoles a más gente desconocida como si ya todos fuéramos hermanos).

En fin, resulta alucinante que me haya puesto a recordar todos aquellos primeros momentos de aquella primerísima hora de la mañana de aquel primer día del primer curso de carrera.
Después de todo, conseguí trasladarme a la deseada Universidad Pública al curso siguiente. No obstante, esa es otra historia.

En definitiva, si he recordado todo esto es porque creo que, aunque no haya terminado la carrera aún, el día de hoy, como os comentaba en los primeros párrafos, sí marca quizás, el desenlace de aquel comienzo; precisamente por eso me sienta tan extraño; y precisamente por eso, hoy sea un día tan diferente.

A decir verdad, una parte de mí llevaba años queriendo ponerle un punto final a todas estas andanzas universitarias; sin embargo hoy, llegado el momento, siento mucha melancolía y añoranza; es más, siento pena de que una etapa en mi vida se cierre al fin.

¿Que por qué se acaba? Porque he publicado mi primera novela; una que menciona todo esto y aquello; una que comenzó a escribirse sola en base a unas determinadas experiencias puramente juveniles y espontáneas; una que marca un desenlace como el del día de hoy.

Y al final, ¿Qué nos queda? Está clarísimo. Los recuerdos de aquellas primeras niñas que nos trajeron tanta felicidad después, y la sonrisa con la que se nos recompensa al saber recordarles.

Si me lo permitís, aquí os dejo el enlace a este mencionado libro:

Un universitario cualquiera.

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